DEFINICIÓN


La trombosis es un coágulo en el interior de un vaso sanguíneo y uno de los causantes de un infarto agudo de miocardio. También se denomina así al propio proceso patológico, en el cual, un agregado de plaquetas o fibrina ocluye un vaso sanguíneo.



Cuando un vaso sanguíneo se lesiona, el cuerpo utiliza plaquetas (trombocitos) y fibrina para formar un coágulo de sangre para prevenir la pérdida de sangre. Incluso cuando un vaso sanguíneo no se lesione, los coágulos de sangre se pueden formar en el cuerpo en ciertas condiciones. Un coágulo que se desprende y comienza a viajar por todo el cuerpo se conoce como embolia.

TRATAMIENTO

¿Cómo se trata una trombosis coronaria?

A su llegada al hospital, se administra al paciente una aspirina (ácido acetilsalicílico), si no ha tomado ninguna antes. Esto evita que las plaquetas (pequeñas células sanguíneas), se adhieran unas a otras en el coágulo. Se suele administrar un tratamiento que disuelva el coágulo que complica la trombosis (trombolítico) directamente en una vena del antebrazo. Para este tratamiento es de vital importancia que no hayan transcurrido muchas horas desde el inicio del dolor del infarto; su máxima eficacia se sitúa en las primeras seis horas.

Una alternativa es una dilatación (ensanchamiento) de emergencia de la arteria coronaria obstruida mediante un globo, procedimiento que se conoce como angioplastia coronaria. En ocasiones este procedimiento de dilatación se complementa con la colocación de un stent o "malla" que refuerza la dilatación producida por el globo de la angioplastia. Sólo se suele realizar en centros especializados, pero se debería considerar, si el paciente presenta una tensión sanguínea baja constante (shock cardiogénico).

Es importante recibir tratamiento tan pronto como sea posible, en cuanto comiencen los síntomas. Cuanto antes se administre, mejor será el resultado.

Ácido acetilsalicílico (aspirina)

Siempre se receta, a menos que el paciente sea intolerante a ella. Tiene un suave efecto diluyente de la sangre y puede prevenir otros episodios coronarios. El paciente debe tomar aspirina durante el resto de su vida. Se puede administrar clopidogrel como sustituto, si el paciente es intolerante a la aspirina.

Nitroglicerina (que dilata las arterias)

Puede recetarse en comprimidos, en parches que se pegan en la piel o en spray para el tratamiento de los episodios de dolor en el pecho. El nitrato oral de larga duración puede reducir los ataques de la angina de pecho, y resulta útil para disminuir la duración de estos ataques.

Beta-bloqueantes

Entre otros efectos, bloquean la acción de la hormona adrenalina en el corazón y, por tanto, se reduce la tensión sanguínea, al latir el corazón más lentamente. Esto reduce el trabajo del corazón, y aumenta el flujo de sangre en las arterias coronarias.

Calcio-antagonistas

Reducen la tensión muscular en las arterias, dilatándolas y permitiendo, por tanto, un mayor flujo sanguíneo. Además, relajan ligeramente el músculo cardiaco y reducen la necesidad de oxígeno. Hay disponibles distintos tipos de calcio-antagonistas que tienen efectos diferentes en el ritmo cardiaco, las arterias coronarias, el músculo cardiaco y la circulación. Estos medicamentos no se suelen utilizar justo después de una trombosis coronaria, pero pueden administrarse para tratar la angina, a largo plazo.

Inhibidores de la ECA (enzima conversora de la angiotensina)

Previenen la formación de una hormona (la angiotensina) que hace que los vasos sanguíneos se contraigan, y puede aumentar el espesamiento del músculo cardiaco, lejos de la zona del ataque cardiaco. Cuando se reduce la presión en las venas, disminuye el trabajo del corazón. Puede resultar un medicamento útil para mejorar el funcionamiento del corazón y para prevenir complicaciones posteriores tras un ataque cardiaco. Es probable que el médico recete un medicamento de este tipo, a menos que el paciente presente una tensión sanguínea baja constante.

Diuréticos

Estos medicamentos ayudan al cuerpo a segregar líquidos y sales superfluos, reducen la tensión sanguínea y pueden resultar útiles si se produce una insuficiencia cardiaca. Los diuréticos pueden tener distintos efectos en los riñones y pueden dividirse en tiazidas, diuréticos de alto techo, diuréticos ahorradores de potasio y una combinación de estos. Con frecuencia se añade potasio por vía oral, puesto que los riñones liberan mucho potasio cuando el paciente se trata con una medicación diurética. Facultativamente, se pueden tomar comprimidos de potasio con los diuréticos.

Medicamentos que reduzcan el colesterol (por ejemplo, estatinas)

Si los niveles de colesterol son demasiado altos, pueden ayudar a reducir la producción de colesterol natural en el hígado. Las estatinas inhiben una enzima llamada HMG-CoA reductasa, disminuyen la producción de colesterol, que estimularía el desarrollo de una placa ateriosclerótica, y aumentan la inestabilidad de esta placa.

¿Qué medicación se utiliza después de haber sufrido una trombosis coronaria? Prueba de esfuerzo

Tiene lugar en una bicicleta estática o en una cinta andadora, donde se pueda realizar un ECG constante. La prueba puede mostrar si existen zonas del corazón con insuficiente suministro de oxígeno. Tras haber sufrido un infarto de miocardio debido a una trombosis, actualmente se practica una prueba de esfuerzo antes del abandonar el hospital. Se suele realizar entre cuatro y seis semanas después del alta, en los casos que no se practicó antes del alta hospitalaria, a menos que el paciente sufra una angina de pecho tras el ataque cardíaco mientras está en el hospital.






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